miércoles, 11 de febrero de 2009

ANALGESIA Y ANESTESIA DURANTE EL PARTO


Escrito por > Dr. Carlos Castellanos Torres.

El dolor durante el trabajo de parto se origina de diferentes sitios, debido a la progresión de éste mismo.


Durante la primera fase del trabajo de parto, el dolor que se presenta es tipo cólico, de origen visceral, originándose a nivel del útero y del cuello del mismo, siendo causado por la distensión de los receptores nerviosos a este nivel, así como por la falta de oxígeno de los tejidos.


La señal del dolor entra a través de la columna vertebral y el dolor es referido en el útero, la pared abdominal, la región lumbosacra, las crestas iliacas y los muslos.


En la transición de la primera a la segunda fase del parto, el dolor se presenta debido a la distensión vaginal, del periné y la elongación de los ligamentos pélvicos.


Existe una gran variedad de opciones para el manejo del dolor durante el trabajo de partoque van desde no aplicar analgesia, hasta las técnicas epidurales y espinales.


Dentro de las técnicas no farmacológicas para el manejo del dolor durante el parto, existe la psicoporfilaxis, la cual se apoya en la teoría de que el dolor es un comportamiento aprendido de la mujer occidental, por lo cual el nacimiento no debe ser un evento doloroso y se le enseñan técnicas de relajación a la paciente, para evitar el miedo, el cual produce tensión en el músculo uterino y dolor.


Existe evidencia de que el parto es doloroso en mujeres de cualquier cultura, no solo la occidental, algunas mujeres que utilizan la psicoprofilaxis pueden seguir experimentando dolor, no remitiendo aun con las técnicas de relajación y respiración.


Otros métodos no farmacológicos son los masajes, la acupuntura, posiciones de yoga, etc. siendo solo efectivos cuando la paciente disminuye el estress y el miedo al dolor.


Dentro de las técnicas farmacológicas conocidas, se encuentran las sistémicas y las regionales.


De las sistémicas, existen fármacos que se administran en forma intravenosa, intramuscular o por inhalación.


Dentro de las técnicas regionales, se conocen la espinal y epidural, que son las más frecuentemente utilizadas y más efectivas para el manejo del dolor durante el trabajo de parto.

La analgesia epidural consiste en la administración de un analgésico o anestésico, en el espacio que rodea la dura madre y la médula espinal.

Las indicaciones médicas para una analgesia son disminuir el dolor del trabajo de parto, antecedente de cesárea previa o cirugía, en caso de antecedente de intubación difícil, hipertermia maligna, alteraciones cardiovasculares y respiratorias y prevención de una hiperreflexia autonómica en mujeres con una lesión medular alta.


Las contraindicaciones de la analgesia regional están el rechazo por parte de la paciente, coagulopatías, hipovolemia no corregida e incremento en la presión intracraneana.


Las complicaciones de la anestesia regional pueden ser: complicaciones infecciosas, hematoma en el sitio de punción epidural, cefalea postpunción de la dura (membrana que separa los espacios epidural y subdural).


Es frecuente escuchar que posterior a una analgesia regional la paciente queda con un dolor crónico a nivel de la región lumbar, pero sabemos que el 80 % de los pacientes padecerá lumbalgia en el transcurso de su vida, por lo que resulta difícil evaluar esta complicación tardía.